miércoles, 7 de marzo de 2012

Una especie de magia.

No, no fumo. Ni llevo gabardina, ni mucho menos uso batamantas que me hagan poderoso. Y ni me menciones las varitas. A grandes rasgos, soy como tú. Únicamente sé algunas cosas que tú no sabes, como tú seguro que sabes muchas cosas que yo no sé. Veamos... ¿Has oído hablar del multiverso, de la teoría de cuerdas y todo eso? Ya, yo tampoco lo entiendo muy bien, pero bueno... Te puedo decir que esa es la explicación fácil, la asequible para una mente humana más o menos normal. No es que yo sea mejor o más listo que nadie, como ya te he dicho, sé de algunas cosas. Por ejemplo, que hay más dimensiones de las que se suponen, y muchas más fuerzas de las que se conocen. Vivimos en un mundo en que alguien, un día, puede empezar a mover objetos con la mente a causa de la genética y no tenemos claro cómo ni por qué. ¿Cuántas cosas más desconoceremos?¿Cuántas capas le quedan a la realidad? Muchas, muchísimas, te lo puedo asegurar. ¿Qué por qué estoy tan seguro? Porque lo he visto. Porque he estado allí. La buena noticia es que esto no es todo, que hay algo más. La mala es que te puedo nombrar trescientas setenta y cuatro criaturas que no dudarían en desayunarse tu alma inmortal. Y eso sería lo mejor que podría pasarle.
Por las noches, en calles que ni sabes que existen, en el reino del duermevela donde se auguran las pesadillas, hay batallas. Batallas cruentas por nuestra realidad. Claro, no se sabe, no se conoce. Pero es mejor, creo, pensar que el monstruo que te acecha en tus pesadillas desaparece  cuando abres los ojos. Es mejor que libremos esta guerra en secreto, que el mundo siga creyéndose a salvo con héroes que los protegen de amenazas materiales. De acuerdo, a veces trabajamos con ellos. Nunca vienen mal los superaliados. Sí, trabajamos. Somos muchos. Bueno, más bien varios. Y variados. Hay quienes estudian manuales polvorientos y quienes sacan el poder, o como quieran llamarlo, de una manera innata. Hay quien invoca espíritus ancestrales y quien usa viejas fórmulas. Incluso hay quien ruega a antiguos dioses o quien dice trenzar la realidad con lenguas olvidadas, qué sé yo. No, no fácil que nos reconozcas. Hay mucha farsa, es verdd, demasiada. Nos gusta, como te he dicho, la discrección. Aquello de que la buena noticia es la falta de noticias. No sabrás quienes somos a menos que queramos que lo sepas.
Por supuesto que no somos héroes, habrás leído que el poder corrompe. Y a veces alguien tiene más poder del que puede manejar, o quiere manejar más poder del que tiene. Y estamos hablando de más poder del que puedas imaginar.
Pero siempre habrá alguien de los míos para intentar detenerlos.